Cansados los Francos de las constantes invasiones Vikingas y las consiguientes destrucciones que ello significaba, pactaron con algunos de ellos y les cedieron una parte de su territorio llamado Normandia.
Guillermo el Conquistador, Duque de Normandía, en su postulación al trono Inglés, invade Bretaña y en la batalla de Hastings (14 de Octubre de 1066 ) derrota a los Sajones comandados por el rey Harold II usando inteligentes tácticas y ordenando a sus arqueros que dispararan las flechas hacia el cielo, para sobrepasar la impenetrable línea de escudos redondos de los Sajones (de tipo Vikingo). Esta batalla es famosa y permitió el acceso de los Normandos al trono de Inglaterra la que aún exhibía trazas de su pasado Vikingo.
Los sajones no utilizaban muchos arqueros y fue tiempo después en la historia que los ingleses comenzaron a utilizar los arcos largos para obtener un efecto devastador. Probablemente los más famosos se usaron en las batallas contra los franceses durante la guerra de los 100 años.
En el siglo XI, los normandos desarrollaron un arco grande (conocido como longbow) que utilizaron para defenderse de los ingleses en la batalla de Hastings, en el 1066 d.C. A partir de entonces los ingleses adoptaron el longbow como arma principal reconociendo que su modelo había quedado obsoleto. Muchas de las leyendas que se crearon entre los siglos XII y XIV, como es el caso de Robin Hood, demuestran que el uso del longbow se había extendido por doquier.