Dragones de Cuera

Los Dragones de Cuera: Cuando el ejército español prefirió utilizar los arcos en lugar de la pólvora (Nueva España 1771).

En la época colonial, España tuvo que controlar durante siglos extensísimos territorios de lo que hoy es Estados Unidos (el Virreinato de Nueva España), estableciendo rutas de comunicación entre Méjico y California, o entre Florida y Texas (el famoso Camino Real de Tierra Adentro).

Pero también extendió su control más allá de las Rocosas, a las praderas del medio oeste y a territorios tan septentrionales como Montana, las Dakotas, e incluso el Canadá y Alaska, donde el Imperio Español fija frontera con Rusia. Esto generó que las tropas españolas ya tuvieran numerosos conflictos con las tribus indias, especialmente con los apaches, los siouxs y los comanches, cientos de años antes de que lo hiciera la caballería americana.

Para defender estos territorios, España creó un sistema doble de defensa, orientado por un lado a la protección de puertos y costas con ejércitos pertrechados y entrenados a la europea; y por otro, a la protección interior de misiones, ranchos, pueblos y tribus aliadas, de los ataques de las tribus nómadas, donde las tropas españolas fueron paulatinamente cambiando sus armas, sus tácticas y su equipo para adaptarse a las condiciones propias de esos territorios y a la lucha contra los indios.

Para patrullar estos territorios surge un nuevo tipo de soldado: El Dragón de Cuera o Soldado Presidial, llamados así por las protecciones con las que estaban equipados o por ser los presidios los equivalentes a los fuertes de la caballería norteamericana.

Uno de los elementos diferenciales y del que recibían estos soldados sus nombres era la Cuera. Se trataba de un abrigo largo sin mangas, constituido por hasta siete capas de piel o cuero, resistente a las flechas de los indios enemigos, que sustituyó a las corazas metálicas de siglos anteriores. Una de estas cueras podía llegar a pesar 10 kilos, pero a cambio, garantizaba un grado mayor de protección en los combates.

Inicialmente lo llevaban solo los oficiales después se incorporó como vestimenta de toda la tropa. No llevaba mangas y con los siglos se pasó a un modelo más ligero que solo cubría el torso a modo de coraza. Con ello consiguieron poder llegar hasta los sitios más remotos acabando siempre sus persecuciones aunque tuvieran que acceder a montañas, cañones o bosques cerrados.

Estas nuevas tropas españolas fueron paulatinamente cambiando sus armas, sus tácticas y su equipo para adaptarse a las condiciones propias de esos territorios y a la lucha de guerrillas contra los indios.

Sus armas: lanza, escudo, espada e incluso algunos llevaban arcos y flechas como los indios. También llevaban carabina y pistola para la lucha a distancia

Mientras en Europa prácticamente había desaparecido este tipo de armas, en Nueva España eran muy eficaces.

Los mosquetes sobre todo al principio, era complicados y lentos de recargarlos, por lo que el soldado después de dispararlo quedaba indefenso durante demasiados minutos, ante el enemigo.

Por ello era fácil el llegar a la lucha cuerpo a cuerpo. La pica o lanza y el escudo (adarga o redondela) acompañada con la espada eran muy eficaces para atacar y defenderse de los indios. Su sola presencia hacía que se lo pensasen antes de acercarse a ellos.

Los dragones usaban»espada ancha, lanza, adarga, escopeta y pistolas» (Reglamento de 1772). Se ha señalado que el armamento de estas tropas era muy ligero pero no debemos olvidar que aquellos soldados mantenían una guerra de guerrillas contra partidas de indios en extensos territorios donde toda impedimenta de más era un obstáculo. Por ejemplo, el uso de la lanza era mejor que el de la escopeta, pues los enemigos eran más rápidos lanzando flechas que los soldados disparando, por la dificultad de recargar las armas de fuego del momento. Eso llevó a que muchos dragones usaran arco y flechas capturados del enemigo ya que eran más ligeros y silenciosos que las armas de fuego.. También la espada era eficaz en el cuerpo a cuerpo.

Ha habido cierta polémica por lo “anticuado de su armamento”. Sin embargo, la lanza, la espada y el escudo estaban más que justificados, pues al tratarse de unidades de escasa entidad, unos 16 hombres por compañía, no podían parar una carga india con armas de fuego, y con mucha frecuencia se llegaba al cuerpo a cuerpo, donde las otras armas eran mucho más efectivas.

Ingresar en los dragones de cuera era voluntario y se firmaban periodos de permanencia de 10 años. En cuanto a su composición, entre 1773 y 1781, el 50% del ejército era español, el 37% mestizo, mulato, o coyote y el resto, de procedencia india. Solo los altos mandos eran europeos (no solo españoles, también italianos, valones, y de otras partes del imperio).

En cada presidio había solo una compañía, y rara vez pasaron de 200 hombres las expediciones punitivas

Este grabado da testimonio del uso de los arcos por los dragones españoles en su lucha contra los indios.

Los Dragones de Cuera fueron los Héroes Olvidados que mantuvieron la extrema frontera de España durante tres siglos

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